Jutba sobre el No-Visto (Al Gayb)

Mezquita Assalam Bilbao,
2 de junio de 2006

Bismillah Ar-Rahman Ar-Rahim
El No Visto hace referencia al Destino (Al-Qdr). El imaan o creencia del musulmán y de la musulmana se sustenta en seis principios o pilares, siendo la creencia en el destino uno de ellos.

Al- Gayb abarca todo lo que se escapa a los sentidos, lo trascendental, lo extrasensorial. Se trata del Más Allá, lo metafísico, lo oculto, lo extracognitivo y arcano. Allah, tiene conocimiento de lo que es y puede ser. Conoce a sus criaturas, sus necesidades, acciones, pensamientos. Subhana wa ta ´ala escribió todo lo que está destinado, debemos pues, tener certeza de que lo que Allah quiere sucederá y lo que no quiere no ocurrirá. Allah subhana wa ta ´ala creó todo lo que existe y no existe otro Creador, ni Señor igual a Él.

Dice Allah, en el Qurán Al-Karim:

Realmente Allah tiene conocimiento de todas las cosas. (29: 62)

¿Es que no sabes que Allah conoce lo que hay en el cielo y en la tierra? Está todo en un libro; verdaderamente eso es facil para Allah. (22:70)

Es cierto que Allah hace lo que quiere. (22:18)

Realmente cuando quiere algo le basta con decir Sé, y es. (37: 82)

Allah es el creador de todas las cosas y el protector de todo ello. (39:62)


La fe en lo oculto, es una escala por la que solo el hombre puede ascender. A lo largo de su camino, y partiendo desde el nivel de descubrimientos propios del animal, que sólo puede percibir por sus sentidos, la fe conduce al hombre hacia la consciencia de que su ser es mayor y más perfecto de lo que puede captar por sus sentidos. Quien no hace caso de sus capacidades espirituales y vive sólo en el mundo de los sentidos no tiene nada que ver con el que se entiende a sío mismo como parte de la creación entera y se abre a ella a partir de su capacidad de percepción interior y de su intuición.


Allah subhana wa ta ´ala dice en el Sagrado Qur´aan:
Alif lam Mim. He aquí el Libro no hay duda en él, es una guía para los temerosos, quienes creen en lo Desconocido, cumplen con el sallat y quienes de los bienes que les dimos pagan el Zakat. Quienes creen en lo revelado a ti y en lo que fue revelado antes de ti, y tienen certeza en la otra vida. Éstos son los ilustrados por su Señor. Estos son los bienaventurados. (Al-Baqara 1-5)

De Allah proceden todos los dones. Puede tratarse de cosas materiales, como los alimentos, el vestido, la vivienda, las riquezas y cosas parecidas, y también de realidades que no pueden asirse con las manos, como influencia, poder, salud, talento, linaje, con todas las posibilidades que encierran. Y puede tratarse también de temas espirituales, como ser capaz de discernir entre el bien y el mal, ser capaz de amar, ser capaz de comprender a los demás etc. Debemos hacer uso de todos esos dones con humildad y control. Pero también tenemos que dar a la vez algo de esos dones para el bien de los demás. No debemos ser ni ascetas, ni libertinos, ni egoístas ni insensatos.

Rasulullah, salla allahu alayhe wa sallam ha dicho haciendo referencia a la muerte: Recordar a quien acaba con la diversión.

La educación de la gente del imaan (los buenos creyentes) une los corazones y los cerebros en el Dhikr Allah (el Recuerdo de Allah), y también, pensar cada uno en su ser, en su propio destino, en el destino del mundo, en el día del Juicio Final y en la muerte. No debemos pensar en la muerte como si fuera algo desconocido si no como un puente que nos conduce a la vida real y definitiva.

Hermanos y hermanas os debéis hacer cuentas con vosotros mismos y seguir hablando con Allah subhana w ata ´ala con el igstighfar y debéis pensar en la vida eterna.

Pensar en la muerte supone para los buenos creyentes que su tránsito por ella será fácil a pesar de las dificultades, porque ellos han hecho el bien durante su vida entera recordando a Allah y haciendo lo que pide Allah.

Rasulullah, salla allahu allayhe wa sallam, nos pide: llorar, y si no podeís llorar, hacer como si llorarais. Llorar por los dias pasados sin recordar a Allah. Oh hermanos y hermanas, cuán poco nos acordamos de Allah, cuán poco lloramos por el tiempo malgastado sin dedicarlo a Allah. ¿Por qué no lloramos cuando hacemos el sallat? ¿Por qué no lloramos cuando leemos el Quráan? ¿Por qué no lloramos cuando hacemos ighstigfar, o cuando decimos subhanallah, o alhamdulillah? Qué fácil se llenan nuestras bocas, nuestras cabezas, y que duro, que duro puede ser a veces el corazón de los hombres.

Pidamos a Allah subhana wa ata ´ala que haga blandos nuestros corazones, y que recordemos que Allah es el Conocedor de lo más recóndito. Pidámosle a Allah unas lágrimas que broten desde el fondo de nuestro corazón. Pidámosle a Allah que nos guíe para realizar nuestro cometido en este Dunia (mundo) y no caer en sus trampas, ni perdernos en sus juegos. Que recordemos la muerte como nos recomendaba nuestro Profeta s.a.w., el cual recordaba la muerte más de 40 veces al día. Pedimos a Allah que nos acepte nuestro arrepentimiento e istighfar, que nos guíe por el camino recto y nos haga estar entre aquellos que conocen las palabras buenas de Allah y hacen lo mejor que pueden de ellas. Amín.