Jutba sobre el impulso de los valores islámicos

JUTBA: MEZQUITA DE LA PAZ (ASSALAM) – BILBAO
26 de Mayo de 2006
KHUTBA: BILBOKO ASSALAM - BAKEAREN MESKITA
2006.eko maiatzak 26

Bismillahi ar Rahmani Rahim.
Allah Errukitsuena eta Bihozberenaren izenean.
En el Nombre de Allah, el muy Clemente, el muy Misericordioso.


Dice Allah, el Altísimo en el Sagrado Corán (S. 3-104):

“Que un grupo de vosotros se dedique a impulsar los valores (islámicos), a promover el bien y prevenir contra el mal. Estos serán bienaventurados.”

Esta aleya trae a la memoria de los musulmanes/as su responsabilidad social. Por muy elevado que sea el nivel moral individual, no pueden alcanzarse los objetivos perseguidos por el Islam si la sociedad no es, en su conjunto, religiosa, temerosa de Allah -swta-, y libre de abusos y corruptelas.

Y esta meta sólo puede alcanzarse si no hay al menos un grupo de personas dedicado a la tarea de llamar a los hombres al camino de la rectitud, de presentar al pueblo las reglas de oro de la conducta moral, y de impedir que hombres inicuos hagan prevalecer el mal. Tanto el Corán como la Sunna han destacado este hecho.

Abu Hurayra -Allah esté complacido con él- cuenta que el Enviado de Dios –saws- dijo lo siguiente: “Si alguno de vosotros ve algo ilícito, debe cambiarlo con sus propias manos; si le resulta imposible, entonces con la palabra; si tampoco así puede, debe rechazarlo en su corazón: y ésta es la forma más débil de la Fe” (Muslim).

Resulta, por tanto, totalmente necesario que exista una Comunidad que incite a la salvación, que imponga el bien, y prohiba el mal. La sociedad musulmana ideal es feliz, no está afligida por dudas ni conflictos, está segura de sí, es fuerte, unida, y próspera, porque exhorta al bien, ordena lo que es recto y prohíbe lo que es falso.

Dice Allah, el Altísimo en el Sagrado Corán (S. 3:110):

“¡Musulmanes! Sois la mejor nación para el género humano que jamás se haya formado siempre que recomendéis el bien, prevengáis contra el mal y creáis en Dios.”

El Islam es la conclusión lógica de la Historia de la Religión y significa la entrega sumisa a la voluntad de Allah –swta-, lo cual implica:

1. Guardar la Fe.
2. La conducta recta que sirve de modelo para los demás y tiene la capacidad de preocuparse para que se imponga lo que es justo.
3. Evitar el mal, de modo que ofrece un modelo sobre cómo esquivar lo injusto y tiene el poder de procurar distanciarse de lo que es falso y torcido.

El Islam existe, no en razón de sí mismo, sino en razón de la humanidad. La comunidad islámica -y sus representantes- deben reconocer su misión y su posición. Debe ser siempre capaz de dar al resto de las comunidades lo que ella posee: la recta Fe, las rectas concepciones, el recto sistema, la recta moral, y el recto conocimiento (Qutb).

Sobre la Umma recae la responsabilidad de la salud moral de toda la humanidad. Se espera del musulmán que perciba en todo instante en su corazón el anhelo por promover lo justo y erradicar lo falso para que la humanidad pueda llevar una vida en paz. En el Islam coinciden la moral y el anhelo humano por implantarla de hecho en la tierra (Siddiqui).

Dice Allah, el Altísimo en el Sagrado Corán (S. 9-71):
“Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros. Ordenan lo lícito y prohíben lo ilícito.”

El Mensajero de Allah, Muhammad, -saws- dijo en una ocasión:
“Antes de mi, siempre que Allah enviaba un profeta, a un pueblo, hubo hombres sinceros y puros que tomaron su ejemplo, siguieron su sunna y se rigieron por sus mandatos. Y a éstos, les sucedieron otros que decían lo que no hacían. Y hacían lo que no les era ordenado. Y quién los recriminó con su mano fue creyente. Y quién los recriminó con su corazón fue creyente. Y quién los recriminó con su lengua fue creyente. Y, tras esto, ya no queda de la fe ni un grano de mostaza” (Ibn Masud).

Dijo, asimismo, Rasulullah -saws-:
“Tendréis como emires a unos que algunas veces harán buenas acciones, y otras serán incorrectos y depravados, a los que reprobaréis y aborreceréis. Quien aborrezca y rechace una acción incorrecta, aunque sea con su corazón, está libre de toda falta y castigo, ya que ha cumplido con su misión. Y si además la rechaza con su lengua, mejor. Sin embargo, quien no censura la mala acción sino que la sigue y la hace, complaciéndose en ella… Y preguntaron: ¡Oh, mensajero de Allah! ¿Es que no vamos a combatirlos? Y Rasulullah -saws- dijo: No, mientras hagan la oración con vosotros” (Muslim).

Dice Allah, el Altísimo en el Sagrado Corán (S. 5-2):

“Cooperad en beneficio del bien común y del acercamiento (a Dios), pero nunca para secundar actuaciones deplorables ni para apoyar las transgresiones. Temed a Dios, pues Dios castiga severamente”.

Abu Bakr -Allah esté complacido con él- transmitió que, en una ocasión, subido en el mimbar dijo: “¡Oh, hombres! Vosotros recitáis este áyat y lo interpretáis fuera de lugar y erróneamente: [¡Creyentes! Ocupaos de vuestra (autodisciplina). Si estáis en el buen camino, los extraviados jamás podrán perjudicaros.] (S. 5:105). Y yo realmente he oído decir al Mensajero de Allah –saws-: [Cuando la gente vea al injusto y no lo repruebe o rechace con su mano, se encontrará en peligro y Allah estará a punto de enviar un castigo general a todos.]” Este es un hadiz hasan (Abu Daud, At-Tirmidi, y An-Nasai).

Quiera Allah el Altísimo guiarnos y ayudarnos a todos los/las musulmanes/as, a aquellos que mirábamos el cielo con insistencia y buscamos una guía y una qibla, y a aquellos que encontraron el tesoro del Din en el armario de sus familias. Quiera Allah –swta- facilitarnos nuestras tareas, perdonarnos nuestras faltas y errores, y conducirnos por el Camino Recto. Amin.